Curiosidades y actualidad del impuesto al valor agregado (IVA) en el comercio electrónico
De acuerdo a la evidencia constante de los efectos de la tecnología, causante de la producción rápida, eficiente y competitiva de los negocios, que han significado un crecimiento notable en las riquezas de las personas, hemos de atender a las curiosidades de la actualidad sobre la regulación en materia impositiva de estas actividades.
El impuesto al valor agregado (IVA) corresponde a la carga fiscal sobre la producción y comercialización de productos y servicios; en la República Dominicana es conocido como impuesto sobre transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS). Consiste en la mayor fuente de ingresos tributarios en Latinoamérica y el Caribe; su carga genera altos porcentajes del PIB de forma constante, sin interrupción. En países como el nuestro, hemos experimentado un auge significativo que se vio en ascenso con la aparición de la pandemia COVID-19. Lo anterior, puesto a que millones de personas que nunca habían utilizado alternativas electrónicas para el desarrollo de sus actividades cotidianas, tuvieron la necesidad de hacerlo en este momento de crisis mundial. Es por esto que, salvaguardar dicha fuente de ingresos en una economía en transformación producto de la digitalización y la globalización constituye una prioridad para muchos gobiernos latinoamericanos. A su vez, las respuestas legislativas en materia de IVA en países como la República Dominicana, considerando esta nueva realidad económica, han sido relativamente limitadas.
Básicamente, esta nueva reglamentación tiene por finalidad combatir el fuerte crecimiento de las ventas en línea de servicios e intangibles, incluidos los productos digitales; así como el crecimiento exponencial del volumen de importaciones de bienes de bajo valor provenientes de ventas en línea, entre otros. Ha sido una cuestión de necesidad el hecho de emprender iniciativas para asegurar recaudación eficiente del IVA sobre el creciente volumen de ventas del comercio electrónico, con el propósito no solo de reforzar la política tributaria de Latinoamérica y el Caribe, sino también para evitar distorsiones de la competencia entre proveedores en línea y los comercios físicos tradicionales.
A tales efectos, los gobiernos de distintas naciones se han pronunciado indicando que esta necesidad, deberá ser cubierta por normas internacionales, por cuanto afecta no a un territorio único y específico, ya que tiene sede en jurisdicciones múltiples que mediante las reglamentaciones internacionales adecuadas, se determinaría el lugar de imposición de los servicios o productos digitales prestados. El apoyo internacional crearía buena administración y aplicación de impuestos para minimizar los riesgos de distorsión del comercio, es una necesidad prematura para este tema impositivo. En respuesta a estos asuntos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a través de diálogos sobre política tributaria entre las autoridades de países miembros, ha presentado un marco integral de política tributaria reconocida internacionalmente para abordar los desafíos de la economía digital en materia de IVA.
Este logro, coloca de manifiesto soluciones eficaces entre las autoridades fiscales de muchos países, de la que podemos resaltar: a) crear base jurídica para que las jurisdicciones establezcan y hagan valer su derecho a aplicar el IVA al comercio electrónico internacional, logrando determinar el lugar de imposición de los servicios en línea; b) garantizar la recaudación eficaz del IVA sobre las ventas en línea de bienes, servicios y productos digitales por parte de proveedores en línea extranjeros mediante mecanismos electrónicos de registro y recaudación simplificados; c) aumentar la eficacia de la recaudación del IVA exigiendo a los operadores de plataformas digitales, que dominan en gran medida el comercio electrónico mundial, que recauden y paguen
el IVA correspondiente a las ventas realizadas a través de sus respectivas plataformas; y, d) mejorar el cumplimiento del IVA por parte de proveedores en línea extranjeros mediante estrategias modernas basadas en la gestión del riesgo y el fortalecimiento de la cooperación administrativa[1].
Podemos reconocer que estas ideas con fuerza internacional, se ajustan a la realidad ocurrente al día de hoy respecto al comercio electrónico. Como bien describimos inicialmente, la implementación de una nueva reforma que rija estas actividades electrónicas es menester actual, que está siendo evaluado y dirigido por organizaciones internacionales para el adecuado funcionamiento y aplicación. Ante el desarrollo permanente del comercio electrónico, las empresas y personas comerciantes incrementarán su capacidad competitiva, tendrán acceso a bienes y servicios de manera más rápida. Asimismo, este desarrollo importantísimo, causa una reducción directa de los costos de transacción en los mercados y permite la creación de nuevos empleos e industrias, lo que beneficia notablemente a todos los usuarios en general. Cabe deducir que, este fenómeno llamado tecnología se interpone de nueva vez para que en esta ocasión, toque la consumación de toda una reforma para ajustar el comercio respecto de la competencia leal y la contribución a los estados mediante la tributación según se aplique.
[1] OECD/GBM/CIAT/BID (2021), Kit de Herramientas de IVA Digital para Latinoamérica y el Caribe, OECD, Paris,https://www.oecd.org/tax/consumption/kit-de-herramientas-de-iva-digital-para-latinoamerica-y-el-caribe.htm.
Jorge Astacio
Abogado Junior en Melo, Martínez & Contín Abogados
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